Labordeta.
Nunca olvidaré el gol en la final de la Recopa, frente al Arsenal.
Ni cuando se reunió con su grupo de siempre. Volver a oir Maldito Duende, El Estanque...
Tampoco el Oscar que ganó por El discreto encanto de la burguesía.
Ni que fuera el mayor representate del Regeneracionismo.
Ni su papel de Ramadés en Aida, de Verdi.
O la serie de grabados Los Desastres de la Guerra.
Por no hablar de su mejor trabajo científico sobre la circulación pulmonar, allá por el siglo XVI.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario