Llueve. Llueve y me acuerdo de los dias de lluvia del colegio, cuando los curas no nos dejaban salir al patio del recreo a jugar al futbol y nos quedabamos en los porches jugando "a segadas" que consistia, basicamente, en darnos de ostias.
Nosotros jugábamos a mojar el papel higiénico, hacer bolitas con el y lanzarlas hacia arriba para que se quedasen pegadas en el techo. Menos violento que lo vuestro, sí, pero una tremenda guarrería.
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Nosotros jugábamos a mojar el papel higiénico, hacer bolitas con el y lanzarlas hacia arriba para que se quedasen pegadas en el techo.
Menos violento que lo vuestro, sí, pero una tremenda guarrería.
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